
La promesa era que se instalaría un nuevo sistema de electricidad, que ya contaba con proyecto y presupuesto de la Diputación. «Las obras se iban a acometer ya, según la reunión mantenida en junio, y mes y medio de vacaciones después aún no se comenzó», recuerdan los afectados. En la misma situación se encuentran los trabajos de saneamiento general de las instalaciones.
Pese a que entraron las palas excavadoras en el interior del recinto, tampoco se han realizado las mejoras. A estos compromisos se une el de reparar y renovar los canalones.
Movilizaciones.
Todas estas obras fueron una demanda de los padres, que impulsaron diversas movilizaciones antes de que terminara el curso para protestar por el estado del colegio y su masificación. Al mismo tiempo, reclamaban a la Xunta la construcción de un nuevo centro en lugar de ampliar el mismo para dar cobertura a todos los menores que allí estudian.
Para los afectados la falta de actividad durante estos meses, que eran los elegidos para no entorpecer las clases, representa la «pasividad con la que actúan los políticos de nuestro Concello y la muestra de que les importa un pito la educación y el bienestar de los escolares».
Ante esta situación, desde el Anpa reclaman una solución inmediata a estos problemas, cuya falta de ejecudión radica, según ellos, en la poca voluntad del gobierno local.